En la cocina, la sal rosa del Himalaya se emplea en diversas formas. Se encuentra en grano grueso para moler al momento de servir o en finos cristales que realzan el sabor de los alimentos. Un uso particular es en bloques de sal, los cuales pueden emplearse como superficies de cocción para carnes, mariscos y verduras, aportando un ligero toque salino. También se utiliza para servir alimentos fríos como sushi o carpaccios, ayudando a mantenerlos frescos mientras realza su sabor.

Más allá de la gastronomía, este tipo de sal tiene usos poco convencionales. Se fabrican lámparas de sal, las cuales son populares por su tenue iluminación anaranjada y su atractivo decorativo. Además, se crean bloques de sal para animales, especialmente para ganado, y se usa en baños y exfoliantes corporales debido a su textura y composición mineral. Estos usos demuestran que la sal rosa del Himalaya no es solo un condimento, sino un producto versátil con aplicaciones en distintas áreas.