Clasificado como aditivo culinario y ingrediente técnico, el ácido cítrico es conocido por su capacidad para intensificar sabores, equilibrar el dulzor y prolongar la conservación de los alimentos. Se usa en bebidas efervescentes, mermeladas, confituras, quesos, caramelos y productos de panadería.
En la cocina moderna y en la pastelería creativa, se emplea para acidificar jarabes, evitar la cristalización del azúcar, o realzar el sabor cítrico en recetas como la lemon curd. También es muy útil en conservas caseras, ayudando a ajustar el pH de los alimentos y manteniendo el color de frutas y verduras.
Una curiosidad: se utiliza incluso fuera de la cocina, por ejemplo, en la elaboración de bombas de baño o como descalcificador natural.
Uso sugerido:
Para un toque ácido en una limonada casera, añade ¼ de cucharadita de ácido cítrico por litro de agua con azúcar y zumo de limón. Potenciará el sabor y actuará como conservante natural.